viernes, 2 de agosto de 2019

Queriendo yo un día


Q
ueriendo yo un día saber quién era Jesús, fui al mar y entre los acantilados de la costa, encontré a Pablo, el anciano que tanto lo amaba. Solícito él a mis preguntas y a mis inquietudes, tuvo a bien responderme de esta manera:

- Jesús no fue como el Buda, el sabio Confucio, Sócrates el filósofo o el famoso Platón. Ellos fueron solamente hombres que hasta hoy, nos han deslumbrado con sus pensamientos. Más ellos si no lo sabías, jamás resucitaron de los muertos como el Maestro y te aseguro que seguirán estando así, entre los espíritus perdidos, durmiendo eternamente en la tumba de los desconocidos...

- Jesús no es una emoción intensa o un arrobamiento que inunda nuestra alma limitándome el pensar para solamente sentir una gran emoción, no... Él es el Señor de la vida y que vive en mi ser llenándome de Su paz que no cambia así vengan las tormentas de este mundo. También me da la convicción de que él no está muerto y que hoy, está vivo todavía...

- Jesús no es la reencarnación de seres humanos o de animales que ya vivieron en otros cuerpos. Eso no es una realidad, no existe tal pretensión, porque yo sé que él me dará una morada en el cielo cuando yo muera, viéndole cara a cara esperándome él mismo con los brazos abiertos...

- Jesús es quien ama y protege a mi familia y no desea que nadie los desvíe por ningún motivo con algún vano conocimiento o algún atajo que los quiera llevar lejos del único camino que los lleva a Su Padre. Él es la verdad que muchos por ignorancia no la conocen y es la vida que vamos a experimentar junto a Él,  después que hayamos muerto...

- Jesús no es vendedor de cuentos, fantasías y pretendidas sanidades que engañan a muchas personas a cambio de un dinero. ¿Cuántos mercaderes de la fe hay verdad? Él venda y cura tus heridas, hace milagros para salvar tu existir, no te cobra dinero alguno por sanarte pero él también te llevará pronto a Su casa en el cielo, para librarte de tu sufrimiento...

- Jesús es aquél que te hace empresario y digno de un mejor salario si eres justo con tu obrero sin hacer con el dinero lo que tú quieras. Si trabajas con ahínco y no eres un usurero, Él te prosperará con todo lo que te falta y así tu familia se sentirá segura y no le faltará nada solamente por Su fidelidad...

Entonces, luego de un buen rato de conversación, volví por mi camino y estuve callado meditando en lo que habíamos hablado. Donde las dudas ya me alcanzaban y la ignorancia había hecho su tienda, esta sencilla manera de decirme esta verdad, me hizo comprender mucho de mí y pude darme cuenta que aunque recorra el vasto universo o quiera obtener mucho conocimiento, yo sabré al fin, quién es Jesús...

Pr. Roque Puell López Lavalle

Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=ufS8-zW3Ugg