miércoles, 30 de septiembre de 2020

Mateo 9

 

Mateo 9:14 Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?

9:15 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.

9:16 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.

9:17 Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.

Contexto:

En esta época Juan estaba preso; sus circunstancias, su carácter, y la naturaleza del mensaje que fue enviado a dar, guio a los que estaban peculiarmente afectos a él, a realizar ayunos frecuentes. Cristo los refirió al testimonio que Juan da de Él.  (Juan 3:29)

Aunque no cabe duda de que Jesús y sus discípulos vivieron en forma frugal y económica, sería impropio que sus discípulos ayunaran mientras tenían el consuelo de su presencia. Cuando está con ellos, todo está bien. La presencia del sol hace el día, y su ausencia produce la noche. Nuestro Señor les recuerda luego las reglas comunes de la prudencia.

No se acostumbraba tomar un pedazo de tela de lana cruda, que nunca había sido preparada, para coserla a un traje viejo, porque no se uniría bien con el ropaje viejo y suave, sino que lo desgarraría aún más, y la rasgadura sería peor.

Ni tampoco los hombres echaban vino nuevo en odres viejos, que iban a podrirse y se reventarían por la fermentación del vino; al poner el vino nuevo en odres nuevos y fuertes, ambos serían preservados. Se requiere gran prudencia y cautela para que los nuevos convertidos no reciban ideas sombrías y prohibitorias del servicio de nuestro Señor; antes bien serán estimulados en los deberes a medida que sean capaces de soportarlos.

Explicación:

Jesús da esa declaración a los fariseos q le querían hacer caer con eso del ayuno y Jesús da a entender que mientras él estaba con ellos todo estaba bien, que no era por decirlo necesario porque ellos estaban aprendiendo de él, claro que si hubiera habido una pérdida, entonces sí.

Jesús declaró esto de los odres además de la prudencia o cautela. O sea que los discípulos no necesitaban ayunar ni hacer ningún sacrificio porque estaban con Jesús y los fariseos que eran religiosos y cumplidores de la ley se negaban, no decían los fariseos, "los discípulos tienen que ayunar", absurdo pues, ello estaban aprendiendo recién con Jesús y eran bebitos como para poder ayunar.

Este es el contexto, claro y sencillo que nos enseña Jesús. Ojo, aquí no hay nada de profecía, guerra espiritual o "Dios me dijo" para que se pueda citar esto alegremente. 

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