martes, 28 de abril de 2020

Tu preocupación no mueve la mano de Dios


El preocuparte por las cosas que no puedes resolver no te ayuda a solucionar la situación, solo es una pérdida de tiempo. ¡Es como si te sentaras en una silla mecedora que te mantiene ocupada pero no te lleva a ninguna parte!

Cuando tu mente está completamente concentrada en los problemas te impide tener paz en tu corazón, poder meditar en la Palabra de Dios y ser un hombre de poder. Jesús dijo: “pero las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y muchos otros malos deseos entran hasta ahogar la palabra, de modo que ésta no llega a dar fruto” (Marcos 4:19, NVI).

Tal vez sientas, en este momento, que estás enfrentando una situación difícil e imposible, y te preocupas por lo que podrías hacer para solucionarlo, pero, si eso es lo único que haces, le estás demostrando a Dios que no dependes de Él sino de tus propias fuerzas. Jesús dijo: “separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15:5, NVI). Fuiste creado por Dios para depender de Él, entregarle a Él todos los retos de tu vida y permitirle que te ayude con ellos.

¡Dios no te diseñó para que llevaras a cuestas tantos problemas! Él te hace descansar porque sabe que es necesario, Jesús hizo el llamado diciendo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28, RV60). Jesús quiere que le entregues tus cargas porque Él tiene cuidado de ti. Existen muchas cosas en la vida sobre las cuales no puedes hacer nada al respecto, pero ¡Dios si puede!

Debes entender: “Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios” (Lucas 18:27, NVI). ¡Dios hizo todo lo que ves de la nada, Él puede hacer brotar agua de la roca! Sustituye la preocupación por la confianza en Dios y verás progreso.

Tu preocupación no mueve la mano de Dios, pero ¡Tu fe si lo hace!

¡LEVÁNTATE DE LA MECEDORA DE LA PREOCUPACIÓN Y AVANZA!

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias (Filipenses 4:6, NVI).

Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes (1 Pedro 5:7)

Adaptado