miércoles, 29 de septiembre de 2021

Odio o rencor


"Habéis oído que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen; de modo que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, porque él hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen eso mismo los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.” Mateo 5:43-48

Los países poderosos engañaron al mundo mintiendo sobre Irán sospechando que estaban construyendo un arsenal nuclear, que después se demostró era mentira. Esta fue una de sus declaraciones: "Los países reunidos aquí declaramos que el peligro de terrorismo nuclear es una de las mayores amenazas para la seguridad mundial y decidimos actuar de forma práctica para atajarlo”. Mi pregunta es: ¿Cuánto odio puede almacenar un corazón como para estar dispuesto a detonar una bomba nuclear y matar a millones de inocentes? ¿Cuánto odio puede abarcar el corazón humano? Es algo que mi cerebro no llega a procesar. Nunca olvidemos, que cada acto inmisericorde, abusivo, prepotente hacia aquel que no puede defenderse frente a tu fuerza, produce un odio que se asienta en el corazón, y espera el momento oportuno para explotar.

Hay que pensar en lo siguiente: 

1.- El odio es acumulativo. Cuando el odio entra en tu corazón, simplemente no desaparece, sino que sigue retro-alimentándose y creciendo.

2.- El odio te destruye a tí mismo, antes que a tu enemigo. Muchas veces el odio, o el rencor que sientes no afectan a la vida de tu enemigo, pero te afecta a ti, te amarga la vida, destruye los buenos sentimientos y se apodera de ti una sed insaciable de venganza. Hay veces en que tu enemigo ni siquiera imagina que lo odias, y sigue su vida campante, pero tú te sigues auto destruyendo. Por eso esta frase de Jesús es absolutamente revolucionaria:”Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen.” Esta sola frase coloca al cristianismo por encima de cualquier religión, en especial muy por encima del Islam, que se alimenta de odio, violencia y muerte. ¿De qué trata esta frase? La Biblia está llena de promesas de la justicia de Dios hacia sus hijos. La Palabra de Dios promete y afirma que Dios mismo interviene contra aquellos que quieran causar daño a un hijo de Dios. Soy padre de dos hijos a quienes amo con todo mi corazón, y les aseguro que haría cualquier cosa por defender a mis hijos de cualquier peligro en que se encuentren y si tuviera que dar mi vida por ellos, lo haría. Dios nos ama con un amor mucho mas grande. ¿Entonces, qué es lo que busca Jesús con estas palabras ”Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen”?

3.- Liberar a tu corazón del odio y del rencor que te consumen. Lo que él quiere es que sueltes esa carga, que no produce nada bueno en tu corazón sino que lo va consumiendo hasta destruirlo. Quiere que descanses, soltando el problema en las manos de Dios. Quiere que confíes en que Dios, juez justo, cuidará de ti como él lo ha prometido. Dice la Biblia: Hebreos 12:15 “Mirad bien que ninguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que ninguna raíz de amargura brote y cause estorbo, y que por ella muchos sean contaminados” O sea que el odio no solo te amarga la vida, sino que tu empiezas a amargarle la vida a los que te rodean. Claro, porque te cambia el carácter, te vuelves una persona irritable, que descarga sus rencores contra gente inocente como la esposa o los hijos. ¿Qué hacer? Simplemente anda a Jesús, y suelta esa carga en sus manos. Libérate de esos rencores dándoselos a tu padre en los cielos, y empieza a orar por tus enemigos. Aunque te parezca extraño, eso hará de ti una persona superior. Ya no estarás al mismo nivel que ellos, sino muy por encima.

Haga una lista de todas aquellas cosas que le han dolido, o le han causado dolor. Sea de su esposa, sus hijos, su jefe, la suegra, etc. etc. Escríbalas en un papel. Tiene que ser esas cosas que han producido en Ud. rencor u odio hacia esa persona. Y cuando tenga la lista, ore a Dios, entréguesela al Señor, y luego rómpala. No sea tonto. No deje que el odio o el rencor lo consuman.

Ps. Karl Herdmeier