lunes, 29 de agosto de 2022

Pídeme y te daré

«Pídeme y te daré a conocer secretos sorprendentes que no conoces acerca de lo que está por venir» (Jer 33:3 NTV).

Recuerdo la vez cuando un hermano me pregunto si yo sabía el número de teléfono de Dios, y le respondí que no. Entonces me dijo: —Jeremías 33:3. Me pareció muy simpática la comparación que hizo de esta maravillosa promesa con el móvil de Dios. Pero, ¿A qué se refiere Dios con esas «cosas grandes y ocultas» que va a revelar? Bueno, analicemos el pasaje:

   1. Dios sanará las heridas de Jerusalén y les dará a sus habitantes prosperidad y verdadera paz.

   2. Dios restablecerá el bienestar de Judá e Israel y reconstruirá sus ciudades.

   3. Dios limpiará sus pecados y perdonará sus rebeliones.

   4. Dios recibirá gozo, gloria y honra en Jerusalén, por el bien que hace por ellos ante el asombro de propios y extraños.

   5. Dios hará que en las calles se oiga otra vez la risa de la gente y que los novios entonen canciones alegres junto a los que traen ofrendas de gratitud.

   6. Dios restaurará la prosperidad de la tierra a como era en el pasado y más.

   7. Dios levantará un descendiente justo del linaje de David, y Judá será salvo y Jerusalén vivirá segura.

Así que, Dios hará todas estas cosas «maravillosas y secretas» con su pueblo, cuando nadie lo espere, en medio de las circunstancias más adversas y de los problemas más terribles. El que clame a Dios no vivirá en tinieblas y sin esperanza, porque Dios le revelará sus «secretos sorprendentes»: Dios conoce los planes que tiene preparado para su pueblo, planes de bien y de bendición, nunca de mal.

Compilado



domingo, 31 de julio de 2022

¿Cuántos libros tiene la Biblia?

Problema cristiano, raíces judías

La Biblia no es un libro, como algunos creen, sino una biblioteca. Está compuesta por 73 libros, algunos de los cuales son bastante extensos, como el del profeta Isaías, que tiene 66 capítulos, y otros muy breves, como el del profeta Abdías, que no llega a tener capítulos, sino tan sólo 21 versículos. El más corto de todos sus libros es la 3.a carta de san Juan, de apenas 13 versículos. Estos libros están repartidos de manera tal, que al Antiguo Testamento corresponden 46 y al Nuevo Testamento

De vez en cuando suele caer en nuestra mano alguna Biblia protestante, y nos llevamos la sorpresa de que le faltan 7 escritos, por lo cual tan sólo cuentan 66 libros. Este vacío se encuentra en el Antiguo Testamento, y se debe a la ausencia de 4 libros llamados históricos (Tobías, Judit, 1. ° De los Macabeos, y 2. ° De los Macabeos), 2 libros llamados sapienciales (Sabiduría y Eclesiástico), y uno profético (el de Baruc).

¿Cuál es la historia de esta diferencia entre católicos y protestantes?

El Antiguo Testamento palestino

En el siglo I de la era cristiana, los judíos, que tan sólo aceptan el Antiguo Testamento, aún no habían definido la lista completa de sus libros, es decir, no habían clausurado la Biblia. Seguía abierta la posibilidad de que vinieran nuevos escritos a engrosar las Sagradas Escrituras.

Pero desde hacía mucho tiempo, especialmente a partir de la destrucción de Jerusalén en el s. VI a. C., y de la desaparición definitiva del estado judío libre, se venía acentuando en los responsables religiosos la preocupación por asegurar la continuidad de la fe en el pueblo, y concretar oficialmente la lista de las obras en las que se reconocía la fe de Israel. Algunas de la que circulaban entre la gente contenían, sin duda, ideas interesantes, pero también había otras que parecían dudosas e incluso francamente peligrosas.

Se fijaron entonces algunos libros que eran de indudable inspiración divina, y los aceptaron como Escrituras Sagradas. A este conjunto de libros oficiales, que la comunidad reconoció como inspirados y que contenía la doctrina auténtica, es al que damos el nombre de “canon” (normas, regla), ya que refleja la regla de vida para quienes creen en él.

Los otros que fueron rechazados, con el tiempo recibieron el nombre de “apócrifos” (ocultos) porque al ser de doctrina dudosa se los consideraba “de origen oculto”.

En el primer siglo de nuestra era, la comunidad judía de Palestina había llegado a reconocer en la práctica 39 libros como sagrados.

Los Setenta

Simultáneamente, en esa época existía en Alejandría, ciudad egipcia sobre la costa mediterránea, una colonia judía, la más numerosa fuera de Palestina, pues contaba con más de 100.000 israelitas que, por no entender ya el hebreo, usaban una famosísima traducción griega en la liturgia de sus sinagogas. La llamaban de los Setenta porque, según una vieja tradición, había sido hecha casi milagrosamente por 70 sabios.

Esta versión de los Setenta, además de los 39 libros que tenía el canon hebreo, conservaba en griego algunos textos de los que se había perdido el original hebreo, y además añadía otros textos nuevos escritos directamente en griego.

Los judíos de Palestina nunca vieron con buenos ojos estas diferencias de sus hermanos alejandrinos, y rechazaban aquellas novedades. Desde la más alta antigüedad hubo, por lo tanto, dos listas oficiales o “cánones” ligeramente distintos de las Escrituras: el palestino y el alejandrino.

En atención al destinatario

Los primeros cristianos, que habían oído decir a Jesús que Él no había venido a suprimir el Antiguo Testamento sino a planificarlo y completarlo (Cf. Mt 5,17), reconocieron también como parte de su Biblia los libros que usaban los judíos. Pero se vieron en dificultades. ¿Debían usar el canon breve de Palestina o el canon largo de Alejandría?

De hecho los cristianos, dispersos a lo largo del imperio, y que ya no sabían hablar hebreo porque el idioma común en todo el Cercano Oriente desde hacía trescientos años era el griego, se decidieron por la versión griega. Esto respondía a que los mismos destinatarios a quienes debían llevar la

Palabra de Dios, también hablaban griego. Por lo tanto, al usar la versión griega de la Biblia, debían emplear forzosamente los 7 libros en cuestión.

Para no ser confundidos

Como reacción contra los cristianos, que utilizaban ampliamente libros sagrados que los judíos consideraban exclusivos de ellos, y para peor indicando profecías que justificaban la creencia en Jesús de Nazaret a quien éstos rechazaban tenazmente, los judíos, en el transcurso del siglo II, resolvieron clausurar definitivamente el canon y quedarse con el más corto.

Fijaron su Biblia, es decir el Antiguo Testamento, en 39 libros. Hasta el día de hoy, el pueblo hebreo conserva como Escritura Sagrada los 39 libros que integraban el antiguo canon de Palestina.

En las comunidades cristianas, por su parte, y sin que laIglesia resolviera nada oficialmente, con el correr de los siglos se fue imponiendo en la práctica el uso de los 46 libros veterotestamentarios.

De cuando en cuando se alzaban algunas voces discordantes dentro de la Iglesia, que querían a los 39 escritos aceptados por los judíos. Algunas eran de peso, por ejemplo las de san Cirilo de Jerusalén (s. IV), san Epifanio (s. V), san Gregorio Magno (s. VII), y ya en épocas modernas el cardenal Cayetano.

La mecha que encendió Lutero

Cuando Martín Lutero inició el cisma protestante en 1517 y se separó de la Iglesia católica, entre los cambios que introdujo para su nueva Iglesia estuvo el de volver al canon breve, contrariamente a la tradición quince veces centenaria que venía manteniendo la Iglesia.

Le fastidiaban sobremanera al reformador estos 7 libros demás, que por otra parte estaban escritos en lengua griega, y no en la lengua religiosa judía.

Ante esta situación, los obispos de todo el mundo se reunieron en el famoso Concilio de Trento. Fue el más lar go de la historia de la Iglesia, ya que duró 18 años (1545- 1563), y todo él estuvo abocado a puntualizar y precisar la doctrina católica que en algunos aspectos, como en el bíblico, no había sido definida.

Y el día 8 de abril de 1546, mediante el decreto De Canonicis Scripturis, fijó definitivamente el canon de las Escrituras en 46 libros para el Antiguo Testamento, es decir, incluyeron terminantemente los 7 libros proscriptos por los protestantes.

Un nombre difícil

Desde entonces, las Iglesias protestantes y las sectas nacidas de ellas han caminado en la historia con esta laguna.

Para los católicos, pues, el Antiguo Testamento consta de 46 libros, 39 escritos en hebreo, y 7 en griego. A estos últimos, por haber sido objeto de disputas, y teniendo en cuenta que ingresaron en la lista oficial sólo tardíamente, se les dio el nombre de deutero canónicos, del griego deuteros (segundo), para significar que pasaron en un segundo momento a formar parte del canon.

Los primeros, en cambio, no habiendo estado nunca en discusión, son los llamados proto canónicos, del griego protos (primero) ya que desde el primer momento integran el canon.

Gracias a los modernos descubrimientos arqueológicos, entre ellos los de Qumrám, ha quedado confirmado que no todos los deutero canónicos fueron originariamente escritos en griego. Conocemos, por ejemplo, que el libro de Tobías estuvo compuesto anteriormente en arameo, mientras que los de Judith, Baruc, Eclesiástico y el 1.0 de los Macabeos lo fueron en hebreo. Solamente del 2. ° de los Macabeos y Sabiduría puede decirse que fueron redactados en griego.

La tan ansiada unidad

Desde que Lutero tradujo su Biblia al alemán en 1534 y segregó a los deuterocanónicos del elenco oficial de la Biblia, las Iglesias protestantes adoptaron igual medida. En los últimos años hay síntomas de un retomo a una actitud más moderada para con estos escritos, que ellos prefieren llamar apócrifos.

En efecto, han ido comprendiendo que ciertas doctrinas bíblicas, como la resurrección de los muertos, el tema de los ángeles, el concepto de retribución, la noción de purgatorio, empiezan a aparecer ya en estos 7 libros tardíos.

Suprimiéndolos, se quita un eslabón precioso en la progresividad y unidad de la Revelación, y se da un salto muy abrupto hacia el Nuevo Testamento.

Por éste motivo, se ven ya algunas biblias protestantes que al final, aunque con un valor secundario, incluyen los libros faltantes.

Quiera Dios que llegue pronto el día en que den un paso más y los acepten definitivamente con la importancia propia de la Palabra de Dios, para poder volver a la unidad que un día perdimos.

Compilado

lunes, 27 de junio de 2022

¿Qué significa ser cristiano?

 

Si nos detuviéramos en una de las calles de nuestra ciudad y le preguntáramos a una persona ¿Es Ud. cristiano? Una respuesta común sería: ¿Y qué cree, que soy un animal? Pues, para mucha gente ser cristiano es ser sinónimo de ser humano y muchas veces se asocia con organizaciones, entidades o partidos políticos. También existe gran confusión en la iglesia misma sobre quién es un verdadero cristiano. Muchos creen que ir a una iglesia, cantar, orar y saber historias bíblicas los hace cristianos; sin embargo, este hecho está lejos de la realidad. 

I.              Definición del término

§  El Nuevo Diccionario Enciclopédico Larousse, define el término: “Que está bautizado y profesa la religión de Cristo”.

§  León Dufour, Diccionario del N. Testamento, define: “Del gr. Christianos, derivado de Christos: Discípulo o seguidor de Cristo, al igual que los herodianos son los partidarios de Herodes”.

II.            Origen del nombre 

Las tres ocasiones en que vemos esta palabra, (Hechos 11:26, 26:28; 1 Pedro 4:16) nos dan a entender que era un título perfectamente reconocido en el período del NT aunque es evidente que los mismos cristianos usaban otros nombres.

Los creyentes fueron llamados “cristianos” por primera vez en Antioquía. Sus enemigos le pusieron este sobrenombre como insulto pero ellos lo recibieron como un honor y un privilegio por el cual valía la pena incluso morir. La gente de Antioquía era famosa por la facilidad con que encontraban motes risueños. La terminación “iani” significa perteneciente al partido de...por ejemplo, Cesariani significa perteneciente al partido de César. Cristianos significa “esos amigos de Cristo”. Era un mote medio burlón, grotesco y despectivo.

Tácito, escritor a fines del I siglo, dice: “El vulgo les llama cristianos. El autor u originador de esta denominación, “Christus”, fue  en el reinado de Tiberio, ejecutado por el Procurador, Poncio Pilatos”. (Anales XV:44) 

III.           ¿Qué significó ser cristiano en el I siglo? 

El término “cristiano”, cuando apareció en Antioquía, fue un vocablo peyorativo. Cuando comenzó a usarse fue un nombre más injurioso que honorífico. Plinio Segundo, gobernador de Bitinia, al inicio del II siglo comenzó un proceso contra las prácticas cristianas. Hubo muchos que se negaron a ser cristianos, otros decían que, aunque lo habían sido anteriormente ya no lo eran. Plinio sencillamente requirió de ellos que invocaran a los dioses, que adoraran al emperador ofreciendo vino e incienso ante su estatua y maldijeran a Cristo. Quienes seguían sus instrucciones en este sentido, eran puestos en libertad pues según le decía Plinio a Trajano era “imposible obligar a los verdaderos cristianos hacer estas cosas”. Ser cristiano entonces, no era cuestión de mera religiosidad, una determinada visión del mundo o determinadas ideas eternas. Significó tener una relación directa con Cristo, una fe y una convicción que muchas veces se pagó con la muerte. 

IV.          ¿Qué significa ser cristiano ahora?

Cristiano hoy, es una palabra más soporífera que de alerta. Muchas, demasiadas cosas se dicen hoy “cristianas”. Iglesias, escuelas, partidos políticos, asociaciones culturales etc. Como cualquier otra inflación, también la inflación de la palabra “cristiano” lleva a la devaluación.

El teólogo Hans Kûng en su obra “Ser Cristiano”, ha elaborado veinte tesis sobre lo que significa ser cristiano. Las primeras tres responden a la pregunta: ¿Quién es cristiano? Las siguientes once responden a la pregunta: ¿Quién es Cristo? Pero, las últimas seis tesis responden a la pregunta: ¿Quién obra cristianamente? 

Aquí una síntesis de Hans Kûng: 

1.    No es cristiano el hombre que nada más procura vivir humanamente, o socialmente o hasta religiosamente. Cristiano es el que procura vivir su humanidad, sociabilidad y religiosidad a partir de Cristo.

Ser humano significa ser hombre verdaderamente pleno. Sin embargo, esto lo puede hacer el humanista secular, el intelectual. Todos ellos pueden ser auténticos humanistas sin embargo, todavía no tienen por qué ser cristianos. Ser social, significa atender las necesidades de los hombres, de otros grupos humanos, de la sociedad en general y comprometerse activamente con la justicia social. No obstante, todavía no tienen por qué ser cristianos. Ser religioso significa estar “religado” (re-ligari) o referido  (re-legere) a algo absoluto. Sin embargo, esto también lo puede hacer el budista, el hindú, el musulmán o un judío, y, sin embargo, ello aún no los hace cristianos. 

Cristiano es, en primera instancia, el que vive su humanidad, religiosidad y sociabilidad a partir de Cristo. 

2.    Lo distintivo del cristiano es Cristo Jesús en persona. El cristianismo está fundado en la persona de Cristo. Cristo no es un principio cualquiera, una intencionalidad, actitud, ni el punto final de una evolución. Es por el contrario, una persona bien definida, inconfundible, insustituible, con nombre propio. Lo distintivo del cristiano, es Cristo mismo.

3.    Ser cristiano significa vivir, obrar, sufrir, y morir como verdadero hombre siguiendo a Cristo ene este mundo de hoy: Sostenido por Dios y presto para ayudar a los hombres en la dicha como en la desgracia, en al vida como en la muerte. 

Por su parte, Charles Ryrie en su libro “Una Salvación tan grande” anota:

“Cristiano es aquel que da frutos espirituales en algún lugar tiempo y circunstancia. De otra manera su conversión no fue sincera. Todo individuo que ha nacido de nuevo fructificará. El no hacerlo equivaldría a no haber tenido fe y por lo tanto, haber sido salvo”.

Lo anterior como bien anota Ryrie, no significa que el cristiano tenga que dar fruto siempre, tampoco que los frutos tengan que verse externamente. En consecuencia el concepto de lo que es “fruto” y lo que espero que otras personas produzcan, puede estar equivocado y/o incompleto. Sin embargo, todo cristiano dará fruto, de otra manera no es un creyente verdadero. Al hablar del Tribunal de Cristo, Pablo dice con toda claridad que cada uno de los creyentes, recibirá alguna alabanza de Dios. (1 Corintios 4:5) 

V.            Una correcta explicación del Evangelio

El Evangelio en nuestros días es explicado por diferentes medios. Lo vemos en tratados sermones, libros, radio, TV Internet etc. El Evangelio tiene como centro lo que Jesús ha hecho en la cruz del Calvario. Leamos esta explicación: 

§  La esencia del Evangelio de Cristo es que el hombre, como primera instancia es pecador y que ello lo ha separado de Dios. (Romanos 3:23)

§  En segundo lugar, solamente hay una solución para el pecado del hombre: El Calvario. No puede hacer el hombre nada meritorio que le sirva para presentarse delante de Dios.

§  En tercer lugar, la responsabilidad del ser humano es ejercer una fe salvadora. Esto es apropiarse, hacer suyo, descansar que la obra de Cristo en la cruz es el pago suficiente por los pecados presentes, pasados y futuros. (1 Pedro 3:18; Juan 6:47) 

Conclusión

 Ser cristiano es la persona que recibiendo el mensaje del Evangelio ha pasado de muerte a vida y por lo tanto tiene vida eterna y produce frutos de acuerdo a su nueva vida, ha nacido en la familia de Dios y es hijo de Dios. Su confianza en ser salvo no radica en sus méritos y buenas obras sino en los méritos de Cristo, persona en la que centra toda su existencia. El creyente debe concluir como dijo el apóstol Pablo cuando escribió a los cristianos de Galacia: ”Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, más Cristo vive en mi; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. (Gálatas 2:20)

Compilado

jueves, 31 de marzo de 2022

La generación del conocimiento

 

“No se alabe el sabio en
su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Más alábese en esto en el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que Yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”. Jeremías 9:23-24.

Es evidente que en la sociedad globalizada en que vivimos estamos desafiados a adquirir más conocimiento. El desarrollo de la Informática ha puesto al alcance del mundo actual un sinnúmero de posibilidades para profundizar en asuntos que antes tomaban años como la salud, comunicaciones, genética, ecología etc. A esta generación podemos llamarla “La generación del conocimiento”, los jóvenes universitarios ya no aspiran a tener una profesión, sino otras más. Lo contradictorio es que el hombre mientras más conoce su entorno espacial y conoce más de la naturaleza del cuerpo humano; es más cruel con otros seres humanos. Paradójicamente el mundo llama a esto “sabiduría”.

Las guerras muestran que la crueldad del hombre, sigue siendo salvaje. La corrupción a nivel político en América Latina, nos revela que tenemos un mismo patrón, con más o menos semejanzas y similitudes. Hoy en muchos países el poder económico y militar es sinónimo de valentía. Los niveles de pobreza y miseria en el mundo; no nos han hecho más solidarios y generosos, es más triste y decepcionante darnos cuenta que el conocimiento humano se ha vuelto mercantilista y deseoso de adquirir riqueza fácil.

A eso, el ser humano lo llama "riqueza". Dios quiere por contraste que desarrollemos otro tipo de conocimiento. El conocimiento de Dios. Conocer a Dios es entender los propósitos divinos. Es entender el corazón de Dios con respecto a su creación. Lo más complejo y semejante a Él es el ser humano. Él quiere que el ser humano lo conozca y entienda. Para ello Dios se ha revelado en la Escritura.

Un creyente que no conoce su Palabra no conoce a Dios. Quien no estudia, escudriña, investiga, no tiene la capacidad de gozarse, alegrarse en conocer a Dios. En el Evangelio de Juan 5:39,40 encontramos que Dios nos asegura en la Escritura que tenemos el testimonio de Él. La palabra testimonio, nos dice de los hechos de Dios en la vida de sus hijos, su pueblo. Estos hechos revelan “la misericordia, juicio y justicia de Dios en la tierra”. Jeremías 9:24. Este tipo de conocimiento es el que no se aprecia en el mundo.

Aún hay cristianos que aprecian más el conocimiento humano que el de Dios. El conocimiento de Dios es el que cambia la vida, los pensamientos, las actitudes, reconcilia hogares, libera a los drogadictos, inspira valores eternos a los políticos, dignifica al pobre, hace generoso al rico; es decir, nos hace personas diferentes y mejores. Es mi anhelo que seas constante en la búsqueda del “conocimiento de Dios” y que eso te haga una mejor persona. Bendiciones...

Compilado

lunes, 28 de febrero de 2022

Pastores divorciados


Si eres divorciado no puedes ser Pastor. ¿Es cierto? Es lo que se cree y practica en muchas iglesias. En estas iglesias también se considera que si un pastor ha caído alguna vez en adulterio es descalificado permanentemente del ministerio.  Lo que la mayoría dice y quiere que se cumpla verdad?

Esta doctrina procede principalmente de dos pasajes de Pablo: 1 Timoteo 3:2 y Tito 1:6 Donde se dice que un obispo o un anciano debe ser “marido de una sola mujer” (RV60). Otras traducciones dicen “esposo de una sola mujer” (NVI) y “marido de una sola mujer” (LBLA). Como esta frase es un poco ambigua han surgido varias diferentes interpretaciones de lo que quiere decir:

-       Que fue escrita para descalificar al polígamo como líder en una iglesia cristiana. O sea, alguien que de acuerdo con la práctica antigua tenía, legalmente, más de una esposa a la misma vez.

-       Que descalifica a alguien que se ha casado una segunda vez debido a la muerte de una esposa.

-       Que descalifica al que no es casado, pues no es marido de nadie.

-       Que descalifica al que se ha divorciado y se ha casado nuevamente.

-       Que descalifica al que no es fiel a su esposa, o sea, el que es casado pero adúltero.

Las primeras tres opciones las podemos rechazar fácilmente. 

La poligamia no era una práctica común en aquel entonces, especialmente en los centros urbanos romanos como Éfeso, donde estaba trabajando Timoteo. Además parecería un poco raro descalificar al polígamo de liderazgo cuando muchos de los líderes del pueblo de Israel en el pasado tuvieron más de una esposa, y esa práctica nunca se criticó.

La segunda opción no vale porque siempre se ha entendido que la muerte de una esposa o esposo concluye toda obligación matrimonial. Pablo usa esta premisa en su argumento en Romanos 7:1-3. Entonces es difícil entender por qué el casarse de nuevo después de la muerte de una esposa sería un problema.

La tercera opción es improbable porque Jesús mismo no era casado, ni tampoco Pablo (1 Cor. 7:8) o aparentemente Timoteo, y además tanto Pablo como Jesús recomiendan el celibato específicamente para que uno pueda dedicarse al ministerio (Mateo 19:12, 1 Cor. 7:32-35).

Entonces nos quedan las dos últimas opciones. ¿Se trata de alguien divorciado y re-casado, o se trata de alguien que es infiel? Yo creo que la interpretación correcta es la última. No que el anciano/obispo no puede tener divorcio en su pasado, sino que debe ser un hombre caracterizado por fidelidad a su esposa ahora, en el presente.

Mis razones son las siguientes:

  1. Se trata del presente, no del pasado.- Todos los requerimientos en la lista se tratan del carácter presente del candidato, no de su experiencia pasada. Si esta frase se tratara del pasado, sería la única. Es más, Pablo podría haber dicho “que solo ha sido marido de una mujer”. Pero no lo hace, pues la frase “marido de una mujer” depende del verbo presente “ser”. Hablamos del hoy
  1. El enfoque es en ser irreprochable.- En ambos pasajes el enfoque de la lista de requerimientos es en ser irreprochable (LBLA; NVI: intachable, RV60: irreprensible). Esto se ve en el español y aún más claramente en el griego. En 1 Timoteo irreprochable es el primer requerimiento y el único que tiene el verbo. Es decir, todos los otros requerimientos son una expansión del primero. Una buena manera de traducir el significado de esta gramática sería así:

Un obispo debe ser, pues, irreprochable:

ü  Marido de una sola mujer,

ü  Sobrio,

ü  Prudente,

ü  De conducta decorosa,

ü  Hospitalario,

ü  Apto para enseñar,

ü  No dado a la bebida,

ü  No pendenciero, sino amable,

ü  No contencioso,

ü  No avaricioso.

ü  Etc.

El tema de ser irreprochable también se ve en las otras características en versículos 4-5: Debe gobernar bien su casa, debe ser maduro, y debe tener una buena reputación (o sea ser irreprochable) con los que están fuera de la iglesia. Vemos el mismo enfoque en Tito donde la lista también comienza con ser irreprochable y todas las características se desarrollan de acuerdo a ese enfoque. Luego en el medio de las características, Pablo lo repite: “Porque el obispo debe ser irreprochable como administrador de Dios.” (Tito 3:7).

 Este enfoque en ser irreprochable apoya la idea de que esto se trata del carácter presente del individuo, no de su historia de divorcios y casamientos. Una persona que es irreprochable lo es ahora. Todos conocemos personas que aunque son irreprochables hoy no lo fueron siempre, y sabemos que eso no cambia lo que son ahora. Sabemos que, gracias a Dios, la gente puede cambiar.

  1. Hombre de una mujer.- La frase misma en el griego es muy simple y muy corta: “mias gunaikos andros”. Puede ser traducido “marido de una esposa” u “hombre de una mujer”. Como la frase no es muy específica y no dice nada acerca del divorcio (cosa que Pablo podría haber especificado fácilmente), me parece mejor que la dejemos así, simple y general, y que dejemos que el contexto de los requerimientos controle nuestra interpretación. El punto es que el líder cristiano debe ser alguien comprometido a su mujer: Hombre de una mujer. Que sea alguien fiel a ella, enfocado en ella. Y claro, que sea fiel a ella sexualmente. Un buen principio hermenéutico es que cuando la Biblia no es específica nosotros tampoco deberíamos serlo. Pero muchos de nuestros debates teológicos surgen de sacarle más información a un pasaje de lo que realmente tiene. Creo que este pasaje es un buen ejemplo. Debemos tener cuidado de no decir más de lo que dice la Biblia. Yo, de acuerdo. 

No aplicaría al divorciado

Si interpretamos “marido de una mujer” como una descalificación basada en el pasado matrimonial del individuo surge un problema. Realmente es una ironía: este pasaje no descalificaría al divorciado que se quedó soltero. Éste sería hombre, o marido, de una mujer. No hay ningún otro pasaje en la Biblia que descalificaría a este individuo. El efecto de esto es, entonces, penalizar al divorciado no por su divorcio (que es el pecado), sino por casarse nuevamente. Esta inconsistencia señala que Pablo no tenía en mente divorcios pasados. Sería una manera muy confusa de decirlo si así fuera.

Concepto inadecuado de la gracia 

También hay una razón teológica por la que deberíamos rechazar la interpretación de que Pablo se refiere a hechos en el pasado del candidato. Simplemente que no cabe con el principio bíblico de la gracia de Dios. La posición bíblica es que todo pecado puede ser perdonado y también la  reconciliación total es siempre posible. OJO

Algunos proponentes de la “posición divorcio” responden que el líder que se divorció antes de ser cristiano no está descalificado, pues eso ocurrió en una situación totalmente diferente, antes de que el individuo se había sometido al señorío de Cristo. Pero agregan que si el divorcio ocurrió mientras uno era cristiano el individuo está descalificado.


                                                          ¿En qué quedamos entonces?

A mí esta me parece una distinción muy rara. ¿Cuáles son las implicaciones de tal distinción? Al parecer se está afirmando que la gracia de Dios nos cubre de una manera súper-especial cuando nos convertimos, pero que después de eso, hay menos gracia. Dios te limpia el récord una sola vez. Después debes portarte bien, porque hay algunos pecados que si los haces como cristiano, no los podrás nunca sacar de tu récord. ¿No es esto una distorsión del evangelio? ¿No es una corrupción de la gracia? No nos olvidemos que Jesús es el que nos enseñó a perdonar siete veces por setenta (Mateo 18:21-22). 

                                               Y tú sabes que si yo me divorciara entonces, a eso estaría expuesto y entonces yo pensaría que Dios me quitó su gracia para ya no ser bendecido si estuviera casado o tener poca bendición por “tremendo pecado”. ¿Así es? ¿No tengo derecho a ser feliz nuevamente porque Dios me limitó la gracia por divorciarme y de ser bendecido?                                                 

¿Una letra escarlata?

Algunos todavía no están convencidos porque creen que el pecado sexual o “divorcio” es algo especial, que siempre te dejará marcado como inferior, igual que la famosa “letra escarlata” que se colgaba en el cuello de los adúlteros en la sociedad puritana de antaño.      

                ¿Inferior yo? Nunca. Y esto es lo que muchos te condenan porque como el líder “debe gobernar bien su casa… sino como cuidaría la casa de Dios?” (1 Timoteo 3:4,5) entonces, pues, fuera Roque del Ministerio, no te queremos aquí. ¿Así es Ami?

Otros acuerdan que por supuesto la gracia de Dios cubre este pecado también, pero están preocupados porque piensan que una caída sexual o un divorcio es una demostración de un carácter débil y por lo tanto no es apropiado que tal persona sea confiada con el liderazgo de una iglesia.

                                                                     Eso no es cierto, para eso está la ayuda idónea para ayudarlo en estas áreas tan delicadas. Pero estamos siempre condenados porque siempre habrá legalistas faltos de misericordia y amor. Solo ellos aplican la ley vertical no considerándose a ellos mismos sea esto hecho en el Perú,  Guate o en cualquier lugar, siempre la congregación es la misma.

Y con esto estoy totalmente de acuerdo CON TAL DE QUE lo estemos considerando en el presente, igual que lo hace Pablo en sus requerimientos. O sea, podemos decir: Esta persona no es irreprochable hoy (porque en el pasado reciente se divorció o cometió adulterio, etc.) y por eso no puede ser un líder de la iglesia. Pero cualquier evaluación del pasado de un candidato a liderazgo en la iglesia debe incluir una consideración de su progreso y maduración. Si las faltas de carácter que le llevaron al divorcio en el pasado todavía se notan, entonces todavía está descalificado. Pero no por lo que hizo anteriormente, sino por lo que es hoy. Por otro lado si se nota que ha habido un proceso de maduración y crecimiento espiritual, entonces, nada impide que esta persona lidere y represente a la iglesia con tal de que actualmente sea una persona de carácter irreprensible. Ojo con eso..

Yo tengo un buen amigo de 28 años que pasó recién por un divorcio. Es cristiano, es muy comprometido al Señor y tiene las marcas de algún día ser un líder. Inclusive quiere ir al seminario. Las circunstancias del divorcio son complejas como siempre. Él reconoce su culpabilidad en los problemas que surgieron entre él y su pareja. Pero él siempre resistió el divorcio e hizo todo lo posible para evitarlo. De todos modos no fue lo suficiente y al final ella se fue. Ambos eran cristianos. Imaginemos este joven en veinte años, con una educación bíblica, y experiencia en la iglesia. Ahora quiere ser un pastor o un anciano. Está casado ya desde hace 15 años y es irreprochable en todas sus interacciones y responsabilidades. No puedo creer que algo que ocurrió hace 20 años arruinaría su reputación. No puedo acordar que alguien como él debería ser descalificado. No es el mensaje de Pablo y no es consistente teológicamente con los conceptos bíblicos de gracia y reconciliación. Prohibirle la entrada al liderazgo por su pasado sería una especie de legalismo. Sería juzgarlo en base de algo meramente legal, no en base de algo que es constituyente de su carácter actual.

                             Yo no tengo 28 años sino 59. No es mi caso pero es parecido porque no fue mi idea divorciarme. Esperé 3 años y quizá tuve esa esperanza que Ana cambiara de actitud. Oré todo ese tiempo, quizá era mejor nuestro distanciamiento y que quizá no hice nada en el sentido dices tú de dar y no esperar, bueno, lo poco que hice en dar no cambió sus sentimientos. Siempre con la actitud de ella en autoproclamarse la víctima y yo el malvado y creo que así no son las cosas porque también a eso ha arrastrado a mis hijas. Los 2 tenemos la culpa en mayor o menor proporción. Y si actué mal después fue porque no me quise dejar avasallar, No porque brotó en mi, raíces de venganza y de amargura. 

Las cosas se pusieron peor y más cuando conversamos la última vez y más cuando ya supe la verdad por esta Señora que te conté y atando cabos encontré su negativa de ella de seguir conmigo. Es cierto que he cometido errores pero no me ha perdonado, yo si lo he hecho, no tengo ni guardo nada porque me he querido mantener alejado de sentimientos negativos y gracias a Dios no los tengo. Quizá si tengo mucho rechazo a su actitud, no me gusta nada y no es a ella precisamente. 

En tal situación de ella, en perseverar ya en no querer seguir conmigo, tercamente, neciamente y decirme en mi cara que en verdad no me ama y no me quiere ni ver (Y sostiene esta idea 3 años desde que estuve mal de mi pie, no ha cejado en pensar y actuar de la misma manera) es ahí entonces que yo opté por el divorcio porque no todo el tiempo uno puede vivir así. A paz nos llamó el Señor. Tú sabes que eso también eso me hace daño física y anímicamente. Queda en 2 lugar ya si se va de la casa, que si ella hubiera querido irse o no, fíjate que yo la conozco, yo sé que si hubiera tenido la oportunidad de hacerlo, lo hubiera hecho qué ratos porque tiene familia que podría apoyarla, tiene su trabajo y el de Lía. No quiere irse porque no puede o no quiere porque me está “presionando” me dices, pero así no va a conseguir nada de mí. Esa no es forma de querer a nadie.

En Conclusión

Yo no estoy escribiendo este artículo para decir que debemos ser más flojos con los requerimientos del líder. Al contrario, yo creo que debemos ser más estrictos; que debemos insistir que nuestros líderes sean irreprochables, como afirma el apóstol. Aún si esto quiere decir sacar a algunos ancianos del liderazgo que han sido ancianos por mil años y nunca fueron ni son ahora irreprochables. He visto personalmente el desastre que resulta cuando ignoramos estos pasajes y estos requerimientos (ver también el artículo de Osías, La asesina de pastores). El problema es que somos tan dados al legalismo que cuando leemos la lista de requisitos para el líder, nos enfocamos en el que nos parece ser el más fácil de comprobar: Divorcio. Pero después ignoramos todos los otros requerimientos y dejamos que cualquier lobo disfrazado de oveja sea un líder con tal de que no tenga un divorcio en su pasado. Para colmo a veces la persona mejor calificada para liderar la iglesia es descalificada por algo que ocurrió años atrás y no tiene nada que ver con lo que es esa persona hoy. 

lunes, 31 de enero de 2022

Conceptos bíblicos


22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Mateo 22:37,49

22:39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.   OJO

22:40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

1 Tesalonicenses 5:23

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritualma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Mateo 10:28

Y no temáis a los que matan ecuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

 Deber Conyugal

Referencias Bíblicas

1 Corintios 7:3  "El hombre debe satisfacer a su mujer en todo lo que ella necesita como esposa. De la misma manera, la mujer con su esposo.

Deber conyugal - Diccionario Bíblico Adventista

Deber conyugal (gr. éunoia; de éu ['bien (bueno)'] + nóus ['mente']; por tanto, 'buena disposición', 'favor', 'afecto'). Frase que aparece una vez en la RVR (); sin embargo, la evidencia textual favorece la lectura 'obligación' (gr. ofeile) en lugar del adjetivo 'deber', con lo que el pasaje literalmente dice: 'El marido dé a la mujer la obligación, asimismo la mujer al marido'. El contexto claramente revela que Pablo habla de la actitud apropiada hacia las relaciones sexuales (cƒ ).

Éxodo 21:10

Si tomare para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal.

Otras versiones Ver Capítulo

1 Corintios 7:3

El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.