viernes, 29 de mayo de 2020

El Arrebatamiento


1. ¿Qué es el Arrebatamiento?

En la escatología cristiana, el arrebatamiento o arrebatamiento de la Iglesia, es la creencia de que al descender Jesús del Cielo, los muertos que llevaron una vida cristiana resucitarán​ y los creyentes que se hallen vivos serán raptados o llevados de la tierra junto con ellos (los creyentes muertos resucitados) para encontrarse con Dios en el Cielo.​

La palabra “arrebatamiento” no se encuentra en la Biblia. El término viene de una palabra latina que significa "llevar, quitar o un arrebato". Sin embargo, el concepto del arrebatamiento es claramente enseñado en la Escritura.

El concepto tiene su base en varias interpretaciones del libro bíblico de Primera de Tesalonicenses y cómo se relaciona con las interpretaciones de varios otros pasajes bíblicos, como los de Segunda de Tesalonicenses, el evangelio de Mateo, Primera de Corintios y el libro del Apocalipsis.

2. ¿Cómo se llevará a cabo el Arrebatamiento?

- Los muertos en Cristo resucitarán primero. (1 Tesalonicenses 4:16)
- Los vivos y los muertos resucitados serán llevados juntos en las nubes para encontrarse con el Señor en el aire. (1 Tesalonicenses 4:17)
- El arrebatamiento ocurrirá durante la Parusía. "Los que están vivos y permanecen hasta la Venida del Señor (Parusía en griego), serán arrebatados juntamente con ellos [los muertos resucitados] en las nubes para recibir al Señor en el aire" (1 Tesalonicenses 4:17)
- La reunión con el Señor será permanente. "Y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tesalonicenses 4:17)

3. ¿Por qué es necesario el Arrebatamiento?

Porque finalmente estaremos libres de pecado, y estaremos para siempre en la presencia de Dios. Existe mucho debate sobre el significado y alcance del arrebatamiento. Esta no es la intención de Dios. Más bien, el arrebatamiento debe ser una doctrina consoladora llena de esperanza; Dios quiere que al considerar el arrebatamiento “nos animemos unos a otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:18).

4. ¿Quiénes serán arrebatados?

En el punto de vista pre-milenarista, el arrebatamiento sería antes de un milenio literal. Dentro del pre-milenarismo, la posición pre-tribulacionista es la visión más predominante entre todas que distingue el arrebatamiento y la segunda venida como dos eventos diferentes. También hay otras posiciones dentro del pre-milenarismo que difieren con respecto al momento del rapto.

Dios “quita” a los creyentes de la tierra para dar paso a Su justo juicio que será derramado sobre la tierra durante el período de la tribulación. El arrebatamiento se describe primeramente en 1 Tesalonicenses 4:13-18 y 1 Corintios 15:50-54. Dios resucitará a todos los creyentes que han muerto, dándoles cuerpos glorificados, y después partiendo de la tierra con aquellos creyentes que estén aún vivos, a quienes también les serán dados cuerpos glorificados. “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16-17).

5. ¿Cuándo ocurrirá el Arrebatamiento?

Según 1 Tesalonicenses 4: 16-17 y Mateo 24: 37-40, el arrebatamiento ocurriría en la Parusía del Señor, donde se usa la palabra griega "Parusía" para describir los eventos: Leer: 1 Tesalonicenses 4: 16-17 y Mateo 24: 37-40.

6. ¿Cómo debemos prepararnos para el Arrebatamiento?

Solo Dios sabe con total certeza cómo sucederá esto, si serán eventos simultáneos o no. Pero lo que realmente importa es que estemos seguros de que nuestras vidas le pertenecen a Dios porque hemos recibido a Jesús como Salvador. Debemos vivir llenos de su Espíritu Santo permitiéndole que nos guíe siempre para que vivamos de acuerdo con su voluntad.

Otra forma sería:

No permitamos que la mentira y el engaño del maligno nos hagan dudar de esta (nuestra) realidad.

Dios está con nosotros. Es en su presencia donde recibimos toda la fortaleza necesaria para hacer frente a las pruebas de esta vida.

Dios es bueno y tiene todo el control. La realidad es que la bondad de Dios no ha terminado y todavía él está en el control de todo lo que sucede. Aun en medio de la incertidumbre de los tiempos presentes y de circunstancias que no logramos comprender, tenemos que seguir confiando en la bondad, el amor y el poder de nuestro Dios. Él nunca cambia.

Roque Puell López Lavalle