Jesús resumió toda la
ley en dos grandes mandamientos: ”Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
toda tu mente, toda tu alma todas tus fuerzas…y el segundo es semejante la
primero: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo...”
¿Con qué amaremos a Dios?
1. Con todo el corazón: La razón por la cual Jesús nos dice que sea con todo nuestro corazón es muy simple, ya que ahí se encuentra todos nuestros caminos, metas y nuestra voluntad. Por lo tanto Dios quiere que lo amemos, no por obligación, sino por voluntad propia.
2. Con toda la mente: Tanto en el corazón como en la mente se encuentra nuestra voluntad pero en este último también se encuentra el control de lo que haces. Es importante cuidarlo y evitar que nuestra mente quede en manos equivocadas mediante malos consejos o hacer las cosas que a Dios no le agrada.
zz Con toda el alma: A veces, tomamos decisiones por emociones, lo que nos puede cegar nuestra meta y hacernos equivocar. Dios quiere que no pensemos con nuestras emociones ya que habrá momentos en que quizá el enojo esté presente y muchos sabemos que pensar estando enojado no es muy buena idea. Pero que nuestras emociones estén enfocadas hacia aquel Dios que todo lo sabe y que tiene una respuesta para cada uno de nosotros en cada momento de nuestra vida.
4. Con todas nuestras fuerzas: Cada día necesitamos de esa energía para hacer las cosas que hacemos y tener un ánimo adecuado. Enfocar con ánimo y energía y un amor hacia Dios, puede hacer que el día de hoy, no importa la hora, Dios nos pueda halar o podamos hacer grandes cosas para Dios.
Cuando nos dice Jesús
que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, es ver a cada persona que
nos rodea como si fuera parte de nuestra familia, de ahí la razón por la cual
está resumida toda la ley. Estrecharle la mano a un amigo y darle un abrazo
fuerte, no es amar a un amigo, es simplemente saludar a un amigo, pero preocuparte
por él y ver que se encuentre mejor que nosotros mismos, eso es amarlo.
Jesús sabía el destino de cada persona en la tierra y lo dejó todo. Siendo pobre pero teniendo riquezas que nadie puede contra, dejándose golpear e insultar, teniendo el poder más grande conocido por la historia, también siendo el Señor de Señores y lavarle los pies a sus discípulos y morir en la cruz, solo para que tú y yo vivamos mejor en la tierra, simplemente eso es amor al prójimo.
Compilado