sábado, 30 de septiembre de 2023

Los malos que no conocen a Dios


Los malos y cómo actúan 2 Pedro 2:1-22

- Están entre nosotros

Introducen encubiertamente enseñanzas destructoras.

Dicen y creen ser enviados por Dios pero no lo son.

Sus enseñanzas son peligrosas, las inculcan sin que nos demos cuenta.

Viven,  hacen y enseñan a vivir como se les antoje.

Por culpa de ellos la gente hablará mal de los cristianos.

Ellos desean tener más y más dinero.

Cuando un cristiano verdadero ve lo que hace este mentiroso le provoca sufrimiento.

- Ellos no saben obedecer órdenes, viven haciendo lo que les viene en gana, todo lo malo que quieren.

Son tercos, orgullosos y no le tienen miedo al escándalo.

No entienden nada, todo lo hacen por capricho y les gusta discutir por todo.

Discuten de cosas que ellos mismos no entienden.

Son como animales que nacen para ser atrapados porque sólo se guían por su instinto irracional, no piensan en las consecuencias de sus actos.

Hacen sufrir a los que los aman.

Son felices haciendo a plena luz del día todo lo malo que les provoca.

Da vergüenza ver lo malo que hacen, son escandalosos y fiesteros.

No pueden ver al sexo sin desear tener relaciones sexuales, nunca se cansan de pecar.

Son muy buenos para conseguir lo que desean, lo persiguen hasta obtenerlo.

Andan totalmente desviados, no pueden obedecer a Dios.

Quieren ganar dinero de cualquier forma.

Son pozos secos sin agua.

Son como nubes llevadas por fuertes vientos cargados de tinieblas.

Tratan de impresionar a la gente confundida.

Dicen cosas bonitas que no sirven para nada.

Obligan a otros a participar en sus mismos vicios y malos deseos y engañan a los que con mucho esfuerzo apenas logran alejarse del pecado.

Prometen, hacen falsas promesas de libertad para que todos hagan lo que quieran, pero ellos mismos son esclavos del mal, de la lujuria y el pecado.

Son los peores pecadores de este mundo porque una vez creyeron en Jesús y volvieron a ser controlados por el diablo.

Saben muy bien el Santo Mandamiento, saben muy bien cómo quiere Dios que vivan, pero no quieren obedecer.

Son como el perro que come su vómito.

Son como el cerdo recién bañado q vuelve a revolcarse al lodo. 2 Pedro 2:1-22  

Compilado

 

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